El ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, presentó esta mañana al arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, los trabajos de restauración que se llevarán a cabo en la Catedral Metropolitana, uno de los templos religiosos más relevante de Santiago, cuyo edificio actual fue terminado en 1898.
En la cita, que contó con la presencia de la intendenta de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez; el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett; y el subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Flores, el titular del MOP entregó los detalles de las obras que se ejecutarán para la recuperación de la Catedral.
Según explicó el ministro Golborne, los trabajos se centran en recuperación de las fachadas norte y oriente de la Catedral Metropolitana, para así detener el avanzado proceso de deterioro físico y constructivo que tiene el edificio, el cual aumentó tras el terremoto de febrero de 2010. Además de una limpieza del actual revestimiento de las fachadas, los muros serán remozados y se repararán las grietas mediante el uso de resinas y acero.
“Estamos complacidos de poder dar inicio a esta obra de recuperación de nuestro patrimonio espiritual y cultural de nuestra ciudad de Santiago, con la restauración de nuestra Catedral metropolitana que sufrió los embates del terremoto del año 2010”, aseguró el ministro Golborne.
Respecto a la fecha de culminación de las obras, el titular del MOP explicó que “hemos tomado el compromiso con monseñor Ezzati, para el Te Deum del año 2013, esperemos que las fachadas y la Virgen estén instaladas en su lugar original y podamos entonces tener un Te Deum con toda la dignidad de esta hermosa Catedral (…) y vamos preocuparnos de que siga viva, de que siga incólume para el futuro”.
Los trabajos contemplan, también, la recuperación de las estatuas del Apóstol Santiago, Santa Rosa de Lima y la Virgen María, ubicadas en el frontis de la Catedral, asegurando sus bases y otorgándoles una estabilidad futura. A su vez, se mejorarán las puertas y se retirarán las actuales rejas de los cuatro accesos, para ser sustituidas por unas nuevas, hechas de acero inoxidable.
Mientras, en las torres principales se realizarán trabajos de limpieza y la reposición de los estucos. Según anunció el ministro Golborne, en este sector del edificio se construirán miradores (con sus respectivas escaleras de acceso) lo que permitirá generar un punto de interés para los visitantes, feligreses y turistas que a diario visitan este importante lugar patrimonial.
El arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati “la restauración de la Catedral no es solo una buena noticia para la Iglesia Católica, sino que es una buena noticia para todo el país, porque constituye desde luego un hito histórico, arquitectónico de mucha importancia”. Mientras el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett destacó la importancia de la identidad y las raíces que representa la Catedral, asegurando que “es precisamente ese aspecto el que como municipio estamos rescatando y poniendo en valor con la restauración de nuestro patrimonio”.
Este proyecto de restauración, que forma parte del Programa Puesta en Valor del Patrimonio, será financiado por la Subsecretaria de Desarrollo Regional y las obras serán ejecutadas por la Dirección de Arquitectura del MOP. Las obras implican una inversión de $ 2.453 millones.
Antecedentes históricos
La Catedral Metropolitana de Santiago, sede de la Arquidiócesis de Santiago de Chile, está compuesta por el Palacio Arzobispal, la Parroquia del Sagrario y el templo. Todos estos edificios son considerados monumentos nacionales.
El primer templo fue levantado por Pedro de Valdivia en 1541 y destruida por el cacique Michimalonco. En 1560, la Iglesia inicia la segunda construcción, pero en 1567 un temblor la destruyó casi por completo. Entre 1662 y 1687 se llevó a cabo su restauración y nuevamente en 1730 un temblor daña su estructura.
En 1748 se decide construir una nuevo templo. El trabajo es encargado en 1780 al arquitecto italiano Joaquín Toesca para que terminara el templo, dándole unidad arquitectónica. En 1858 la obra la continua el arquitecto Eusebio Chelli, quien realiza la Capilla del Sagrario y diseña la torre. En 1898 se encargó a Ignacio Cremonesi terminar el templo, con lo cual la estructura quedó tal como la vemos hoy en día.