Es una de las organizaciones conformadas por vecinos, que más tiempo lleva funcionando. Muchos de sus dirigentes dicen que compite con los clubes de barrio en popularidad. Pero más que eso, al ser el agua su bandera de lucha, es una necesidad. Son los denominados comités de los programas de agua potable rural, que en la región Metropolitana, están reunidos bajo el alero de la APRIN, organización intercomunal que los agrupa.
Y para no ser menos, en un año donde se cumple medio siglo de funcionamiento del Agua Potable Rural, la APRIN organizó una ceremonia de conmemoración, en el colegio Efraín Durán Maldonado de Isla de Maipo, donde premiaron a sus dirigentes más destacados.
Al encuentro asistieron diversas autoridades: el Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga; el Seremi de OO.PP., Fernando Gallegos; la diputada Denise Pascal y el diputado Juan Antonio Coloma; la gobernadora de Talagante, Graciela Arochas; las consejeras regionales, Paula Zúñiga y Claudia Faúndez y el director regional metropolitano de la dirección de Obras Hidráulicas, Luis Muñoz.
Al respecto, el secretario de Estado hizo hincapié en la importancia de estos programas e incluso, informó a los dirigentes que a partir del próximo año tras la aprobación de la ley de presupuesto 2015, hay una glosa que indica que no será necesario tener constituidos los derechos de aguas, para realizar una inversión de APR. Asimismo, confirmó que están trabajando en un proyecto de ley para los programas de agua potable rural y así, garantizar reconocimiento, protección y apoyo en el ámbito administrativo y financiero.
Por su parte, Roberto León, presidente de APRIN, manifestó que este proyecto de ley les beneficiará directamente, ya que las autoridades podrán controlar y fiscalizar las acciones del agua potable. En la actualidad, esto no es posible, ya que están sometidos a la legislación sobre juntas de vecinos que les otorga autonomía, sin un control de por medio.
A los dirigentes premiados, más de 50 personas, se les entregó un diploma de reconocimiento y un llavero conmemorativo durante la ceremonia, que finalizó con un almuerzo de camadería.