El secretario de Estado explicó que dentro delas principales líneas de acción abordadas durante el encuentro destacan el desarrollo de investigación e innovación en materia de agua: “Las universidades pueden aportar no solamente con nuevas tecnologías para la obtención de nuevas fuentes, sino que también en la innovación, en las nuevas formas de realizarlas tareas industriales y agrícolas. La idea es poder acompañar desde el Estado el desarrollo de estas iniciativas e ideas, para ello la dirección de Innovación del ministerio de Ciencias ha dispuesto más de 6 mil millones de pesos en fondos concursables, de manera tal de que las universidades puedan presentar sus proyectos en los distintos ámbitos que abarca el problema hídrico”.
“Hemos tenido una gran acogida de los rectores y me alegra mucho saber que podemos contar con las capacidades y recursos de tanta gente talentosa que forma parte de las universidades de Chile, que son tan valiosas para abordar este gran desafío que tenemos por delante”, agregó el ministro Moreno.
En esa línea, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, destacó que “Nos parece que es de la mayor importancia que se establezcan vínculos de este tipo entre las autoridades gubernamentales y las universidades”.
Y agregó: “Nos satisface establecer estas reuniones en torno a los problemas más importantes del país, en cuando a la temática que estamos tratando que es la falta de agua y los problemas de recursos hídricos, dada la tremenda importancia que hoy cobra dentro del quehacer universitario, la transdisciplina, lo que significa que así como muchos de los problemas del pasado fueron resueltos dentro de una sola disciplina, la complejidad de los problemas actuales va exigiendo que los enfoques sean una hibridación de saberes, eso es lo que se llama transdisciplina y en torno a eso todas las universidades creo estamos abocados a ese problema”.
Entre las principales líneas de acción abordadas en el encuentro, que se realizó esta mañana en la Casa Central de la Universidad de Chile, destacan: el desarrollo de investigación para buscar soluciones de ciencia y tecnología de adaptación al cambio climático; la colaboración con terceros que permita prácticas laborales, proyectos de título y memorias, además de incorporar en el currículum académico materias relacionadas con la problemática del agua; campañas de difusión en la comunidad universitaria y un uso responsable del agua en las dependencias universitarias.